Siete Aguas, 3 de enero de 2006
Dependencia amorosa de Dios Padre, Creador por
1. Dependencia de Dios. Iré masticando, rumiando, asimilando, gozando, gustando mi ser criatura, mi depender de mi creador amado, de mi querido Dios Padre.
Sí, Padre bueno, hablaremos de mi dependencia de Ti, Dios de
Concédeme dependencia amorosa. Amor de dependencia… éste sería el fruto de esta mañana de diálogo contigo.
2. Es por tu gracia, por tu bondad, por tu misericordia, por tu paternidad, por tu poder creador que yo existo, que yo vivo, que yo me levanto y me acuesto, que yo pienso, amo, busco, sueño, quiero… te quiero. Es por tu gracia, que estoy aquí. Tú me has traído, tú me has bendecido con el regalo de una prolongada audiencia de 30 días de retiro. Háblame. Resuenen en mi mente las palabras con las que iniciamos este retiro:
Y dijo Dios… y así fue.
Hágase…. Y se hizo…
Creo en tu Palabra creadora, querido Padre
Espero en tu Palabra creadora, querido Padre
Amo tu Palabra creadora, querido Padre
Creo en Ti, Dios Padre creador del universo creado, creador de mi universo.
Creo que soy una criatura, no fruto del azar, ni de la casualidad, ni de la contingencia, sino fruto de
Es tiempo de aprender a depender de tu voz creadora, de tu Palabra creadora
Es tiempo de confiarme a tu mano creadora.
3. Nuestros ejercicios son un entramado de fe, de esperanza y de cariño, otra palabra menos gastada que caridad…
Nuestros ejercicios son ejercicios de mente, corazón y fuerzas (Dt 6,4).
Nuestros ejercicios son un tejido de escucha, de habla y de silencio (Dt 6,4).
Nuestros ejercicios son un tiempo privilegiado de nuestra historia (Ecl 3,1-8).
Nuestros ejercicios son una confluencia del tiempo y la eternidad (Gn 1,1-31).
Nuestros ejercicios son… querido Padre, dímelo Tú…., son la ocasión propicia, el Kairós, el tiempo oportuno de gracia y de providencia recreadora
Nuestros ejercicios son tiempo de consagración del tiempo. Tiempo de consagración.
4. Volveremos sobre el relato de la creación con el que inicia
Sumérgete en el proyecto creador del Génesis y dale tiempo a Dios para que haga su obra por su Palabra.
Primero: Crea en mi interior la luz, Padre, creador. Separa en mi mente la luz de las tinieblas. El día de la noche. Pon luz en mi interior. Pronuncia sobre mí: Hágase la luz, y que la luz exista, en mí. Deseo unos ejercicios de luz. Dame luz. Dios es
Vosotros sois la luz del mundo (Mt 5,14).
Segundo: Crea en mi interior espíritu de distinción y discernimiento. Que separe en mí las aguas de arriba de la tierra, que distinga una circunstancia de otra, una situación de otra, lo que parece positivo y lo negativo, lo que parece consolación y desolación. Que tenga el don de poner orden en mi interior.
Tercero: Producir. Que Dios genere en mí la capacidad de que mi tierra, mi vida, esté sembrada con semillas, y brote de mi tierra vegetación, plantas con semilla de su especie, árboles frutales que dan fruto con semillas de su especie. Producir semillas de la semilla que hemos recibido. Un sembrador salió a sembrar…Mt 13,1-23.
Tiempo de ejercicios es tiempo de siembra de
Cuando
Cuarto: Iluminar. Dios crea lumbreras. El sol y la luna. Una para regir el día y otra para regir la noche.
En Sal 119,105. la lumbrera o lámpara es
En Ap 21,23, la lumbrera es el Cordero
Ap 22,5, no tendrán necesidad de luz de lámparas ni de la luz del sol, el Señor alumbrará a sus moradores
Lc 12,35: Estén ceñidos vuestros lomos, vuestras lámparas encendidas.
Mt 5,15: No se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín..
Quinto: Vivificar, llenar el mundo de seres vivos, creados por El. Crea las especies animales que están en la tierra, en el mar, en el aire… Un mundo viviente, vivo, seres vivos…
Sexto: El Viviente, Adán, y la madre de los vivientes, Eva. Los creó a imagen y semejanza suya. La gran obra de Dios, creados para compartir su Vida su Amor…
La culminación de la creación.
Sal 139:
Siéntete el rey de la creación…
Siéntete objeto de su creación, su obra.
Me sé creado por ti.
Tú el que me escrutas y me conoces,
El que sabes cuando me siento y cuando me levanto
El que desde lejos penetras mis pensamientos
El que advierte si camino o si descanso..
El que sabes lo que pienso aún antes de hablar
El que me envuelve por detrás y por delante
El que me protege con sus manos…
El que me acompaña, aquel de quien no puedo esconderme
El que recorre mis mares y me alcanza
El que me formó en el seno de mi madre
El que ha tejido mi existencia desde antes de nacer hasta después de mi muerte.
¿Cómo no darte gracias? Si eres sublime
Tú me conoces, conoces lo profundo de mi ser.
Nada de mí te es desconocido, querido Dios creador
Nada mío te es indiferente.
Tus ojos contemplaban mis acciones, todas ellas están escritas en tu libro.
Oh Dios, qué profundos son tus designios..
Examíname oh Dios y conoce mi interior, mírame si en mi camino hay maldad y guíame por el camino eterno.
Sal 51,12 crea en mí oh Dios un corazón limpio
Renuévame por dentro con espíritu firme
No me arrojes de tu presencia
No retires de mí tu santo Espíritu.
EE para tener tu santo Espiritu, recreándome por
Incúlcame sabiduría, don del Espíritu..
Dame alegría, gozo, don del Espíritu.
Devuélveme el gozo de la salvación
Afirma en mí un espíritu magnánimo
Enseñaré a los otros tus caminos
Abre señor mis labios y mi boca pronunciará tus alabanzas
Un corazón contrito y humillado tú oh Dios no lo desprecias.
Un corazón dependiente de tu gracia creadora, Tú no lo desprecias
Un corazón en tus manos no lo desprecias.
Favorece a Sión por tu bondad
Favorece a tu criatura, Dios Creador
Reconstruye las murallas de Jerusalén
Recrea en mí tu presencia, Espiritu Santo. Pronuncia sobre mí tus Palabras creadoras, y permíteme abandonarme a tu amor y a tu Palabra creadora, a tu voz creadora, querido Padre, creador.
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